
El primer juego popular extremeño del que vamos hablar en el blog va a ser de uno tan extendido como "la billarda".
Se trata , como ya hemos dicho, de uno de los juegos más extendidos de nuestro ámbito, además de ser de uno de los más interesantes. Decir también que este juego existe también con otros nombres en distintas partes de toda España. Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que este juego incluso se llega a practicar en...¡ los Países Bajos !
Para comenzar a jugar a este juego debemos estar previsto del material necesario; este material es una madera plana o tabla, a la que se suele practicar una escotadura que favorezca el agarre, y que recibe el nombre de «mocho» o «mocha», y la «Billarda» que es un palo, generalmente redondo de unos diez a quince centímetros de largo, al que se ha sacado punta por ambos lados. Además, ha de hacerse un círculo de dos metros a dos metros y medio de diámetro, y una vez hecho esto, podemos comenzar a jugar.
La «billarda» se pone en juego desde dentro del círculo, para ello se golpea con el «mocho» en uno de los extremos con lo que salta y se levanta del suelo, una vez en el aire, se golpea fuerte, para tratar de enviarla lo más lejos posible; para esto, el que posee el saque, cuenta con tres intentos, sin en esos tres intentos la billarda no sale del circulo o , directamente,no es golpeada, el jugador habrá perdido su turno.
Si cuando la «billarda» va por el aire es golpeada por otro jugador con su «mocho» (en el caso de que se esté jugando con un «mocho» por jugador) o simplemente es atrapada en vuelo (si sólo se juega con un «mocho»), si al golpearla cae dentro del círculo, el que efectuó el saque «pierde el mocho», es decir ha de pasar a jugar fuera.
En el caso del que la atrapó en vuelo, este podrá lanzarla desde el punto en que la cogió, y tratar de entrarla en el circulo, si lo consigue también habrá conseguido «el mocho», y si cae fuera, en ambos casos, como si del primer golpe nadie fue capaz de alcanzarla el jugador en posesión del «mocho», tendrá derecho, a dar tres golpes más para alejarla.
Otra variante, es cuando todos dan sus tres golpes desde el círculo, y se mide la distancia en «mochos» del punto al que han conseguido alejarla.
Aunque también se juegue en Extremadura, Galicia es la comunidad autónoma dónde este juego es más representativo y en dónde se hacen hasta competiciones de billarda.http://www.youtube.com/watch?v=Lb-aYPH7kUo&feature=related
EL JUEGO DEL MOCHO
ResponderEliminarIban el mocho y manilla
inmersos en cada mano,
aproximado el verano
en vísperas de la trilla.
¡Qué diversión tan sencilla,
visto el juego en la distancia,
sin nadar en la abundancia
metódico aprendizaje,
pertrechados de un bagaje
sin lujos en nuestra infancia.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL JUEGO DEL ARO
ResponderEliminarCorre desde la plazuela
trazando circunferencias,
sin aplicarle más ciencias
al ingenio que no vuela.
Con el cerco de un caldero
y de guía un grueso alambre,
nos impelía un calambre
imperioso y tesonero.
Correr, correr y un sudar
como sudan los potrillos,
con aros grandes y arillos
compitiendo sin parar.
Y siendo guiado entre alardes
por estrechos vericuetos,
¡aro amigo de secretos,
qué fueron de aquellas tardes!
Habilidad y reflejos
y velocidad de piernas
de las carreras eternas
sin pies cansados y viejos.
Y de la sangre bullicio
corriéndonos por las venas,
y no conociendo penas
en libertad ejercicio.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL JUEGO DE LA ROMA GENUINO DE CENICIENTOS
ResponderEliminarDesgastada ya una lima
desprovista de su mango,
en tierra blanda sin fango
materia hallábamos prima.
Por el extremo afilada
la empuñábamos por lo ancho,
y hacíamos cancha y cancho
en la Plazuela terrada.
Unos círculos concéntricos
en la tierra se trazaban,
y sobre ellos se clavaban
limas con saltos excéntricos
Saltando a la pata coja
se lanzaba desde el aire
con estilo y con donaire,
ni muy fuerte ni muy floja.
Si la lima se caía
o en el círculo no entraba,
jugador se eliminaba
y era el resto quien seguía.
Por ser eliminatorio
era muy competitivo,
habiendo que estar muy vivo,
siendo muy resolutorio.
De temporada era juego
del invierno y del otoño,
y era renuevo y retoño
al que hacíamos entrego.
Jugaron nuestros ancestros,
jugaron nuestros abuelos
bajo este sol y estos cielos
del que salieron maestros.
Y de chico me contaron
ser una perpetuación
de corucha tradición
y que a ellos les legaron.
Pues al trasponer la loma
la jugaban los romanos,
y así nuestros comarcanos
dieron el nombre de "Roma".
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL JUEGO DE LAS TABAS
ResponderEliminarLas cinco tabas en juego
con las cuatro posiciones
y distintas situaciones
que se desarrollan luego.
Hoyo, carne, tripa y culo
a la taba la conforman,
y su validez informan
desde Josito a Pirulo.
Jugábamos sobre el suelo
del firme de la Plazuela,
mas sombra alada se cuela
pajaril rielando el cielo.
Por ser un juego de azar
con apuestas se jugaba,
y así en cuanto comenzaba
no se paraba de hablar.
Apostábamos las chapas
y soltando cada bola:
"Vamos hombre, vaya trola,
que ni sujeta con grapas".
Podíamos estar horas
la taba sobre la mano,
en el foro ciudadano
de las coruchas auroras.
Sin cortapisas ni trabas,
ni para tontos ni listos
ni de lances imprevistos
era el juego de las tabas.
¿Mas a que se juega ahora
por los muchachos coruchos?
Si en la calle veo a muchos
y ya no sé si algo aflora.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL BAILE DE LA PEONZA
ResponderEliminarEl baile de la peonza
bailando sobre la palma
de la mano que la calma
y que se mantiene zonza.
Después hacer volatines
con la mano volandera
sobre la terrosa acera
entre el ladrar de mastines.
Con la cuerda bien ceñida
sobre la mórbida panza
de la peonza y su danza
se iniciaba la partida.
Un triángulo dibujado
sobre el lienzo de la tierra,
y entre dos dedos se aferra
la chapa del encordado.
Bolas de arcilla pintadas
eran nuestra recompensa,
justo premio que compensa
ser hábil en las jugadas.
Con las bolas en el triángulo
en una masa compacta,
con el rejón se la impacta
a la más próxima al ángulo.
A perra gorda costaban
pasando de mano en mano
en intento siempre vano
que conmigo se quedaban.
Partidas de perra chica
cogidas de los bautizos
de los padres primerizos
jugadas al sol que pica.
Las chapas de las botellas
forradas con futbolistas
eran por nosotros vistas
ídolos de las estrellas.
Era al salir de la escuela
por nuestro grupo forradas
en las tardes perfumadas
del viento de la Plazuela.
Sobre el triángulo estaban
Lesmes con Puskas y Gento
y en DiStefano el talento
con el que al mundo asombraban.
Y bailando las peonzas
por los latres bien lanzadas
eran piezas bien bailadas
al ritmo de jerigonzas.
¡Y así descubrí en mi mano
ser diestra en el lanzamiento
que inspiran el pensamiento
que rige al buen artesano!
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho