martes, 17 de noviembre de 2009

La billarda


El primer juego popular extremeño del que vamos hablar en el blog va a ser de uno tan extendido como "la billarda".

Se trata , como ya hemos dicho, de uno de los juegos más extendidos de nuestro ámbito, además de ser de uno de los más interesantes. Decir también que este juego existe también con otros nombres en distintas partes de toda España. Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que este juego incluso se llega a practicar en...¡ los Países Bajos !


Para comenzar a jugar a este juego debemos estar previsto del material necesario; este material es una madera plana o tabla, a la que se suele practicar una escotadura que favorezca el agarre, y que recibe el nombre de «mocho» o «mocha», y la «Billarda» que es un palo, generalmente redondo de unos diez a quince centímetros de largo, al que se ha sacado punta por ambos lados. Además, ha de hacerse un círculo de dos metros a dos metros y medio de diámetro, y una vez hecho esto, podemos comenzar a jugar.


La «billarda» se pone en juego desde dentro del círculo, para ello se golpea con el «mocho» en uno de los extremos con lo que salta y se levanta del suelo, una vez en el aire, se golpea fuerte, para tratar de enviarla lo más lejos posible; para esto, el que posee el saque, cuenta con tres intentos, sin en esos tres intentos la billarda no sale del circulo o , directamente,no es golpeada, el jugador habrá perdido su turno.


Si cuando la «billarda» va por el aire es golpeada por otro jugador con su «mocho» (en el caso de que se esté jugando con un «mocho» por jugador) o simplemente es atrapada en vuelo (si sólo se juega con un «mocho»), si al golpearla cae dentro del círculo, el que efectuó el saque «pierde el mocho», es decir ha de pasar a jugar fuera.


En el caso del que la atrapó en vuelo, este podrá lanzarla desde el punto en que la cogió, y tratar de entrarla en el circulo, si lo consigue también habrá conseguido «el mocho», y si cae fuera, en ambos casos, como si del primer golpe nadie fue capaz de alcanzarla el jugador en posesión del «mocho», tendrá derecho, a dar tres golpes más para alejarla.


Otra variante, es cuando todos dan sus tres golpes desde el círculo, y se mide la distancia en «mochos» del punto al que han conseguido alejarla.


Aunque también se juegue en Extremadura, Galicia es la comunidad autónoma dónde este juego es más representativo y en dónde se hacen hasta competiciones de billarda.http://www.youtube.com/watch?v=Lb-aYPH7kUo&feature=related

5 comentarios:

  1. EL JUEGO DEL MOCHO

    Iban el mocho y manilla
    inmersos en cada mano,
    aproximado el verano
    en vísperas de la trilla.
    ¡Qué diversión tan sencilla,
    visto el juego en la distancia,
    sin nadar en la abundancia
    metódico aprendizaje,
    pertrechados de un bagaje
    sin lujos en nuestra infancia.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  2. EL JUEGO DEL ARO

    Corre desde la plazuela
    trazando circunferencias,
    sin aplicarle más ciencias
    al ingenio que no vuela.

    Con el cerco de un caldero
    y de guía un grueso alambre,
    nos impelía un calambre
    imperioso y tesonero.

    Correr, correr y un sudar
    como sudan los potrillos,
    con aros grandes y arillos
    compitiendo sin parar.

    Y siendo guiado entre alardes
    por estrechos vericuetos,
    ¡aro amigo de secretos,
    qué fueron de aquellas tardes!

    Habilidad y reflejos
    y velocidad de piernas
    de las carreras eternas
    sin pies cansados y viejos.

    Y de la sangre bullicio
    corriéndonos por las venas,
    y no conociendo penas
    en libertad ejercicio.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  3. EL JUEGO DE LA ROMA GENUINO DE CENICIENTOS

    Desgastada ya una lima
    desprovista de su mango,
    en tierra blanda sin fango
    materia hallábamos prima.

    Por el extremo afilada
    la empuñábamos por lo ancho,
    y hacíamos cancha y cancho
    en la Plazuela terrada.

    Unos círculos concéntricos
    en la tierra se trazaban,
    y sobre ellos se clavaban
    limas con saltos excéntricos

    Saltando a la pata coja
    se lanzaba desde el aire
    con estilo y con donaire,
    ni muy fuerte ni muy floja.

    Si la lima se caía
    o en el círculo no entraba,
    jugador se eliminaba
    y era el resto quien seguía.

    Por ser eliminatorio
    era muy competitivo,
    habiendo que estar muy vivo,
    siendo muy resolutorio.

    De temporada era juego
    del invierno y del otoño,
    y era renuevo y retoño
    al que hacíamos entrego.

    Jugaron nuestros ancestros,
    jugaron nuestros abuelos
    bajo este sol y estos cielos
    del que salieron maestros.

    Y de chico me contaron
    ser una perpetuación
    de corucha tradición
    y que a ellos les legaron.

    Pues al trasponer la loma
    la jugaban los romanos,
    y así nuestros comarcanos
    dieron el nombre de "Roma".

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  4. EL JUEGO DE LAS TABAS

    Las cinco tabas en juego
    con las cuatro posiciones
    y distintas situaciones
    que se desarrollan luego.

    Hoyo, carne, tripa y culo
    a la taba la conforman,
    y su validez informan
    desde Josito a Pirulo.

    Jugábamos sobre el suelo
    del firme de la Plazuela,
    mas sombra alada se cuela
    pajaril rielando el cielo.

    Por ser un juego de azar
    con apuestas se jugaba,
    y así en cuanto comenzaba
    no se paraba de hablar.

    Apostábamos las chapas
    y soltando cada bola:
    "Vamos hombre, vaya trola,
    que ni sujeta con grapas".

    Podíamos estar horas
    la taba sobre la mano,
    en el foro ciudadano
    de las coruchas auroras.

    Sin cortapisas ni trabas,
    ni para tontos ni listos
    ni de lances imprevistos
    era el juego de las tabas.

    ¿Mas a que se juega ahora
    por los muchachos coruchos?
    Si en la calle veo a muchos
    y ya no sé si algo aflora.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  5. EL BAILE DE LA PEONZA

    El baile de la peonza
    bailando sobre la palma
    de la mano que la calma
    y que se mantiene zonza.

    Después hacer volatines
    con la mano volandera
    sobre la terrosa acera
    entre el ladrar de mastines.

    Con la cuerda bien ceñida
    sobre la mórbida panza
    de la peonza y su danza
    se iniciaba la partida.

    Un triángulo dibujado
    sobre el lienzo de la tierra,
    y entre dos dedos se aferra
    la chapa del encordado.

    Bolas de arcilla pintadas
    eran nuestra recompensa,
    justo premio que compensa
    ser hábil en las jugadas.

    Con las bolas en el triángulo
    en una masa compacta,
    con el rejón se la impacta
    a la más próxima al ángulo.

    A perra gorda costaban
    pasando de mano en mano
    en intento siempre vano
    que conmigo se quedaban.

    Partidas de perra chica
    cogidas de los bautizos
    de los padres primerizos
    jugadas al sol que pica.

    Las chapas de las botellas
    forradas con futbolistas
    eran por nosotros vistas
    ídolos de las estrellas.

    Era al salir de la escuela
    por nuestro grupo forradas
    en las tardes perfumadas
    del viento de la Plazuela.

    Sobre el triángulo estaban
    Lesmes con Puskas y Gento
    y en DiStefano el talento
    con el que al mundo asombraban.

    Y bailando las peonzas
    por los latres bien lanzadas
    eran piezas bien bailadas
    al ritmo de jerigonzas.

    ¡Y así descubrí en mi mano
    ser diestra en el lanzamiento
    que inspiran el pensamiento
    que rige al buen artesano!

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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